Las Bodas, son uno de esos momentos de la vida en que los sentimientos salen a la luz, los novios e invitados se emocionan y la magia del día se hace presente. Momentos, que los fotógrafos tenemos el placer de vivir junto a muchas parejas que hacen de nuestro trabajo, una pasión.
En el momento de la ceremonia, los novios, ya demostraron sus dotes de buenos amantes dedicándose besos y abrazos que lo demostraban. Una vez llegado el momento del convite y rodeados de familiares y amigos, la pareja entró en el restaurante en una nube de humo de colores provocada por las bengalas que llevaban en las manos y tanto los invitados como nosotros, quedamos sorprendidos.
David y Esther hicieron de su boda, un día de emociones increíble, los abrazos, los gestos de amor y las miradas tanto entre ellos como a sus familiares más cercanos, se sucedieron, hecho que marcó el momento del convide y la celebración.
Pasamos un día inolvidable, con mucho calor eso sí, pero la cara de los invitados y las ganas de saltar y bailar, eran evidentes y es, que después del momento que estamos atravesando, volver a reunirse con las familias y amigos le apetece a cualquiera.